Si alguna vez has escuchado que agregar leche al café es un error, es momento de romper ese mito. El café no se “arruina” con leche, al contrario, puede potenciar y equilibrar sabores cuando se combina correctamente.
Y aquí es donde entran tres de las bebidas más populares en el mundo cafetero: el Latte, el Flat White y el Cappuccino. Cada uno tiene su personalidad y su propia manera de resaltar la textura, el aroma y la intensidad del espresso.
La clave está en la proporción de leche y espuma. ¿Cuál es mejor? No hay respuesta correcta, solo depende de tu preferencia. Hoy te contamos las diferencias entre estos tres clásicos y cómo prepararlos en casa.
¿Cuál es la diferencia entre un Latte, un Flat White y un Cappuccino?
Aunque los tres se preparan con espresso y leche vaporizada, la gran diferencia está en la cantidad de leche, la textura de la espuma y la intensidad del café en cada sorbo.
1. Latte: Suave, cremoso y equilibrado
El Café Latte es perfecto para quienes prefieren una bebida más ligera y con más presencia de leche. Su textura es aterciopelada y tiene una fina capa de espuma que no opaca el espresso, sino que lo envuelve en una experiencia más cremosa.
- Sabor: Suave, con notas sutiles del espresso.
- Textura: Cremoso, con una capa delgada de espuma.
- Proporción: 1/3 espresso, 2/3 leche vaporizada y un toque de espuma.
- Tamaño estándar: 240-350 ml (grande).
¿Cómo prepararlo en casa?
Ingredientes: 1 shot de espresso (o café fuerte). 200 ml de leche entera o alternativa. Opción de endulzar con miel o jarabe de vainilla.
Pasos: Prepara tu espresso. Calienta y espuma la leche hasta que tenga una textura sedosa (sin muchas burbujas grandes). Vierte la leche lentamente sobre el espresso y deja que la espuma se integre. Opcional: decora con un arte latte simple.
Tip: Si quieres realzar el dulzor natural del café, prueba con leche entera o avena.

2. Flat White:
Más café, menos leche, textura sedosa El Flat White es un café con leche más intenso que el Latte, pero sin la espuma aireada del Cappuccino. Su origen es disputado entre Australia y Nueva Zelanda, pero su fama es mundial.
- Sabor: Espresso más presente, con una textura sedosa y bien integrada.
- Textura: Microespuma fina y aterciopelada.
- Proporción: 1/2 espresso, 1/2 leche vaporizada con microespuma.
- Tamaño estándar: 150-180 ml (pequeño-mediano).
¿Cómo prepararlo en casa?
Ingredientes: 1-2 shots de espresso. 120 ml de leche vaporizada con microespuma.
Pasos: Prepara tu espresso doble para darle más intensidad. Calienta y espuma la leche, asegurándote de generar una microespuma bien integrada (sin burbujas gruesas). Vierte la leche en el centro del espresso en un solo movimiento, logrando una textura uniforme.
Tip: Si buscas un café con leche más intenso pero sin la textura aireada del Cappuccino, el Flat White es para ti.

3. Cappuccino: Espumoso, contrastante y con carácter
El Cappuccino es el más icónico de los tres. Se distingue por su espuma gruesa y aireada, lo que le da una textura más ligera y un mayor contraste entre el café y la leche.
- Sabor: Espresso con más presencia, equilibrado por la cremosidad de la espuma.
- Textura: Espuma densa y firme.
- Proporción: 1/3 espresso, 1/3 leche vaporizada, 1/3 espuma de leche.
- Tamaño estándar: 150-180 ml (similar al Flat White pero con más espuma).
¿Cómo prepararlo en casa?
Ingredientes: 1 shot de espresso. 60 ml de leche vaporizada. 60 ml de espuma de leche. Opcional: cacao en polvo para decorar.
Pasos: Prepara tu espresso y viértelo en una taza. Calienta y espuma la leche, generando una espuma gruesa y aireada. Vierte primero la leche y luego la espuma, creando capas definidas. Opcional: espolvorea cacao o canela encima para un toque extra.
Tip: La clave de un buen Cappuccino es la espuma: aireada pero estable, que no se desmorone rápido.

¿Cuál es mejor?
No hay respuesta correcta. Cada uno tiene su propia personalidad, y la mejor opción es la que más disfrutes. ☕
¿Quieres algo suave y cremoso? → Latte ☕
¿Prefieres más intensidad y una textura sedosa? → Flat White ☕
¿Te gusta la espuma y el contraste entre café y leche? → Cappuccino
Lo importante es que agregar leche al café no lo hace “menos especial”. Al contrario, bien hecho, resalta sus sabores y lo convierte en una experiencia diferente. Si te animas a prepararlos en casa, cuéntanos: ¿Cuál es tu favorito?
Recuerda: Un buen café con leche empieza con un buen espresso. En Sereno Moreno, seleccionamos granos que resaltan en cada preparación, asegurando notas equilibradas y un cuerpo perfecto para estas bebidas.
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